A veces tengo la impresión, de que existe una idea extendida entre nosotr@s,
de que para que nuestras vacaciones y las de nuestr@s hij@s sean consideradas “geniales”,
“estupendas” tienen que incluir grandes viajes, y cuanto más lejos y más días mucho
mejor, o que hayamos inscrito a nuestros peques a un sinfín de actividades de
verano con el fin de mantenerlos ocupados y que no se aburran en casa.
Sin embargo, también desde la cotidianidad y la cercanía,
como escapadas de fin de semana, una cena familiar, juegos en el parque con
otr@s niñ@s, visitas a familiares, juegos entre padres e hij@s, excursiones al
campo, etc.; también se consiguen recuerdos gratos y vacaciones muy significativas
que os acompañarán en vuestra memoria, constituyendo recuerdos y grandes
aprendizajes que vuestr@s peques atesoraran a lo largo de su vida. Quizás este
verano sea la primera vez que enseñes a tu hij@ a andar en bici, o que le
enseñes a nadar, o que pernoctéis en el campo o que pueda hacer de minichef junto a ti para alguna comida
familiar.
Tanto como si decidís y podéis tomaros unas vacaciones largas con tus hij@s,
o por el contrario éstas son cortas, lo que hará verdaderamente significativa
las mismas, será el tiempo de calidad que dedicarás a estar en familia con tus
hijos. Esa calidad de tiempo que se caracteriza por que ambos
podéis disfrutar de vuestra compañía mutua, del cariño, del tiempo del
compartir y del aprender, el del conocerse mutuamente; es vital para
afianzar los vínculos afectivos entre padres e hij@s.
Para conseguirlo y reforzarlo, durante estas vacaciones puedes transformar
cualquier actividad cotidiana como hacer la compra, arreglar el jardín,
caminar por la calle o la playa, el viaje en coche, etc. en momentos únicos de compartir y
de mutua compañía. Que tengas presente la importancia de la calidad de
tiempo que dedicarás, traerá beneficio no solo a tu hij@ sino a toda la
familia, ya que ésta favorecerá a un clima familiar más distendido y
comunicativo, de mayor conocimiento entre los miembros de la familia, un
ambiente más libre de estrés; ya que os divertiréis juntos, y la risa y el
humor estrecharán más aún los lazos afectivos. Asimismo, vuestros hij@s
aumentarán su autoestima y su confianza, y se sentirán más queridos y seguros.
Asimismo, tan importante como la
calidad de tiempo, es poder gestionar adecuadamente los horarios y
rutinas de nuestros hij@s; si bien es cierto las vacaciones de verano
son muy buenas para que ell@s al igual que tú, puedan desconectar del ritmo cotidiano
y puedan recargar energías para el próximo periodo escolar. Es importante la planificación
equilibrada y flexible de los horarios, como por ejemplo los horarios para
levantarse, para comer, dormir, las horas que estarán frente al ordenador o la
tablet, actividades lúdicas y al aire libre, etc. Otro aspecto muy importante
es incluir también en su rutina diaria actividades académicas; ya que así
les ayudaremos a consolidar lo aprendido en el año escolar y lo preparará para
el próximo. Expertos aconsejan que los niños de primaria puedan dedicar un
mínimo de 30 minutos a estas labores, y en el caso de estudiantes de la ESO
como mínimo 1 hora diaria.
Asimismo, lo recomendable es que en esta planificación de horarios se pueda
tener en cuenta la opinión de los hij@s, en función de su edad; ya que hacerlos
partícipes de la planificación de su tiempo libre va afianzando en ellos, la
capacidad de gestión y confianza en sí mismos, a la vez que favorece a que
ellos puedan otorgarle valor al tiempo.
¡Recuerda, aún queda mucho verano por delante para compartir y disfrutar de
tiempo
de calidad con tus hij@s!
¡Disfrútalo!
muy acertado el artículo y totalmente de acuerdo
ResponderEliminarmuy acertado el artículo y totalmente de acuerdo. Hay que aprender a valorar las pequeñas cosas, las cuales, muchas veces no le damos mayor importancia
ResponderEliminar